Hija
del jefe Powhatan, era una joven aventurera y de
Espíritu libre. Amaba la tierra y a los espíritus
que vivían en los animales , en los árboles y
en el viento. Le encantaba escalar cumbres, bajar
por la corriente de los ríos y correr con el
viento por los bosques. Su padre quería que se
casara con un guerrero llamado Kocoum. Sin
embargo, la hermosa joven sentía que debía
seguir por otros caminos.
Un día, Pocahontas fue ha visitar a la abuela
Sauce. "¡Mi padre quiere que me case con
Kocoum,
pero él es muy serioy últimamente he tenido un
extraño sueño de una flecha que gira!", señalo
la preocupada joven. La abuela que sabía que los
sueños era fuente de gran sabiduría, le dijo
que tenía relación con su futuro. Pocahontas se
subió a las fuertes ramas de la abuela Sauce y
escuchó el viento. En la distancia vio nubes
extrañas. Eran la velas de un barco que venía
desde Inglaterra en busca de oro.
Un hombre llamado John Smith, proveniente de la
embarcación, se encontró con Miko y tuvo una
sensación que había alguien ahí cerca. Pronto
encontró a Pocahontas. Era la mujer más hermosa
que jamás había visto, pero ella intentó
escapar. La hermosa joven recordó que tenía que
escuchar con su corazón y entendió que Smith
era una persona noble.
Mientras Pocahontas y John Smith se hacían
amigos, los tripulantes del barco y los mienbros
de la tribu se hacían enemigos. Los guerreros
observaban cómo los colonizadores intentaban
conquistar sus tierras, mientras el codicioso
gobernador, Ratcliffe, lo único que deseaba era
encontrar su precioso oro.
Fue en un violento enfrentamiento en donde uno de
los guerreros cayó al suelo con una herida
en la pierna. Kocoum llevó ha su amigo hasta la
aldea. "Estas bestias invaden nuestras
tierras",
rugió Powhatan. "¡Pelearemos unidos contra
estos hombres!", le dijo a su pueblo.
Mientras que Pocahontas enseñaba a Smith los
secretos de la naturaleza, su amor crecía cada
vez más. Pocahontas le dijo a John Smith que en
su tierra no había oro, y éste se encaminó
hacia el
campamento para dar la noticia al gobernador. Sin
embargo, Ratcliffe no quiso escuchar, pues creía
que los indígenas harían cualquier cosa por
esconder el preciado metal.
Fue entonces cuando Pocahontas convenció a John
Smith de ir a conversar con su padre para que los
pueblos no pelearan. Los jóvenes se besaron
dulcemente, pero no se percataron de que los
observaba Kocoum. El indígena atacó a Smith,
sin darse cuenta de que otro colonizador, llamado
Thomas, se encontraba en el lugar. Fue él quien
disparo contra Kocoum, hiriéndolo. En ese
instante llegó un grupo de indígenas guiados
por el jefe Powhatan, quien capturó a Smith y le
señalo que moriría al amanecer. Desconsolada,
Pocahontas corrió hacia el claro encantado.
Fue ahí cuando Miko le entregó la brújula de
Smith. La flecha estaba girando. "Te está
señalando el camino", sonrió la abuela
Sauce. Pocahontas corrió al lugar donde su padre
iba a ejecutar a su amado. Se lanzó sobre él
para protegerlo y le dijo que si lo mataba tendría
que hacer lo mismo con ella. Los colonizadores
bajaron sus armas. Pero Ratcliffe tomó un rifle
u apuntando a Powhatan intentó matarlo. En ese
instante, Smith se lanzó sobre el jefe para
protegerlo. Ratcliffe fue apresado y los
colonizadores emprendieron el regreso.
John Smith tuvo que regresar a Inglaterra para
que le curaran la herida de la bala. Pocahontas
no se fue con él, poque sabía que su destino
estaba en su tierra, donde la necesitaban. Antes
de partir, John Smith le dijo que siempre estaría
con ella, donde quiera que se encontrara.
Pocahontas miró con tristeza el barco que se
alejaba, pero no lloró, porque sabía que
siempre estarían juntos en el corazón.
 
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