Llegó el verano y se celebraban las bodas del Sol.
Regocijábanse todos los animales del acontecimiento, faltando
poco para que también las ranas lo celebraran, pero una de ellas
exclamó:
-¡Insensatas! ¿Qué motivo tenéis para regocijaros? Si shora
que es él solo y seca todos los pantanos, si tomara mujer y
tuviera un hijo como él ¿qué nos quedará por sufrir?
Antes de celebrar un acontecimiento, primero ve sus futuras
consecuencias.